martes, 14 de junio de 2011

Escribe un sms a “clima:###”


Los rayos de sol se desploman violentamente contra la ciudad, como los niños crueles aplastan hormigas por el mero placer de ver como se funden con el suelo,  o los obesos se lanzan en bomba a la piscina para salpicar al mayor radio posible de bañistas,  sin importarles si caen sobre los decrépitos paneles solares donde las palomas mutadas copulan mecánicamente a su sombra, sobre la humeante cabeza de los viandantes o sobre el asfalto que no sabe si quedarse el calor todo para él o regalárselo a todo aquel que tenga la mala fortuna de pisarlo descalzo o con un calzado de menor resistencia que el utilizado para caminar entre volcanes.
El calor es insoportable, no hay manera de escapar de él si no tienes mucho dinero, el único alivio son los destartalados ventiladores enchufados a generadores portátiles y bajo el amparo de roídas sombrillas de publicidad de lubricantes genitales que hacen lo que pueden y consiguen que sus propietarios ganen algunos créditos y los ocupados caminantes urbanitas tengan un momento de respiro que será olvidado a los pocos nanosegundos de darle la espalda a sus hélices. Las sombras de los edificios hacen lo que pueden, pero están tan abarrotadas que ya he visto cuatro apuñalamientos por un pequeño hueco bajo sus alas sombrías. El hielo tóxico que te venden en carritos metálicos reutilizados de sillas eléctricas para mascotas no debería ser ingerido salvo en caso de eutanasia.

Escribe un sms a “clima:###” Elige tu clima favorito y en el próximo recuento el más votado será el clima de tu zona.. Cuántos más mensajes envíes, más posibilidades tendrás de disfrutar de tu clima preferido. No dejes que otros decidan por ti por haber enviado pocos mensajes.

El mensaje se ve en casi todos los carteles infográficos de publicidad, se oye en las frecuencias aéreas de ambiente y te llega a tu móvil más moderno cada pocos minutos. Lo único que quedaba por privatizar era el tiempo y se consiguió al instante después de patentar la máquina que lo controlaba.
Si lo puedes pagar, puedes elegir. ¿Y quién puede querer este calor? Fácil: Los proxenetas exhiben así a sus mercancías prácticamente desnudas, el hielo traído de Plutón, con ese sabor a ozono irreproducible se vende por toneladas en los espaciopuertos, los ociosos y los parados, el setenta y cinco por ciento de la población, se esparcen en el suelo con sus cuerpos untados de crema anti-cancer, desarrollada por la misma multinacional que maneja el clima y los chips de negación hipotalámica hacen que cualquier persona pueda ser atérmica. A los empresarios que viven en los edificios climatizados poco les importa y el lumpen está condicionado para preferir el calor. El sol observa a sus súbditos desde arriba y ríe burlón mientras aplasta a otro buen puñado de hormigas mientras piensa jubiloso que hacer con las babosas.
Desde un tejado al sol trato de hackear el sistema, no durará mucho antes de que lo descubran, pero si por un momento siento sobre mí la lluvia suave, como el beso en los párpados de una amante, habrá merecido la pena. Empiezo a oler a tierra húmeda, el pelo de la nuca se me eriza por la estática, me imagino el oscurecimiento paulatino y agradable del ambiente, expectante, como cuando una sala de cine empieza a apagarse para ver una película que llevabas años esperando. Me imagino el rayo posterior que cubrirá de un oro brillante y frío toda la ciudad y así, antes de darse uno cuenta, el sonido del agua tamborileará todo lo que el ojo abarca. Sacaré la lengua y me saciaré con el refrescante néctar de los dioses de las borrascas. 
Cuando todo empieza a suceder ya no sé si lo estoy viviendo o es la insolación la que me ha engañado. Tampoco importa ya, cierro los ojos y antes de perder la consciencia vuelvo a escuchar el mensaje:

Escribe un sms a “clima:###” Elige tu clima favorito y para mañana el más votado será el clima de la ciudad. Cuántos más mensajes envíes, más posibilidades tendrás de disfrutar de tu clima preferido. No dejes que otros decidan por ti

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