jueves, 22 de marzo de 2012

Reunión de evaluación.

Mi mente a veces funciona en lo que yo denomino "modos", ante cualquier situación activo el modo deseado y me imagino la realidad de otra manera bastante más llevadera. Esta semana, en el colegio donde pastoreo, en las reuniones de evaluación activé el modo ciencia-ficción y se me ocurrió la idea para este relato:
(P.D. También tengo el modo super héroes, fantasía heróica y el porno, pero eso es otra historia)


REUNIÓN DE EVALUACIÓN.
  La sala de reuniones comenzaba a presentar el aspecto de una apuesta joven tras una noche de marcha, todavía mantenía el brillo hipnótico de la belleza, aunque el maquillaje comenzara a desertar, el mármol de los ojos se agrietara con unas leves motas de rojo y la planificación de su cabello diese paso a un fractal caótico sin dejar de resultar elegante. 

 La luz tenue tan solo cercaba el espacio que ocupaba una mesa redonda de metacrilato y las personas que se sentaban en unas cómodas butacas con respaldo forradas de piel sintética imitando las arrugas reptilianas de un T-Rex. Todo lo demás estaba sumido en una oscuridad que no se atrevía del todo a demostrar su fuerza y prefería compartir el espacio con la luz más lenta y perezosa. Los niños clon de la limpieza se habían esmerado especialmente en que el suelo de madera de cedro, traída desde el pasado y arrancada de las cubiertas de orgullosas galeras fenicias, reluciera fieramente y que los cargadores de incienso cuántico insertados en las microjunturas de los aparatos electrónicos perfumaran el ambiente a capricho del movimiento de los fotones. Sin embargo, el humo dulzón del tabaco de los marjales de Walden III, se elevaba en perfectas volutas al cielo como los cantos de los mártires que dieron su vida para que el derecho a fumar en cualquier lugar fuera inalienable.
-          Comencemos la evaluación.- Dijo uno de ellos, el que tenía su butaca de un tono verde más oscuro y ligeramente más elevada que las del resto.- Que nos queda bastante hasta que terminemos y debemos presentar el informe esta misma noche.
-          ¡Hemos empezado unos días más tarde por motivos religiosos! – Bramó uno de ellos, mientras lanzaba su puro de uno a otro lado de sus labios como un pelotari rebosando de metaanfetaminas.
-          Sí, ya sé que ha sido San Procastino, pero eso no quita para que esta noche debamos entregar el informe. Se nos ha concedido una gran responsabilidad y nos jugamos mucho. – Estas últimas palabras calaron en la concurrencia porque se hizo el silencio que no se vio quebrado hasta que volvió a hablar. – Pues bien, tenemos para empezar que evaluar a todo un planeta. El planeta Tarjes I. Evaluemos todo: Marco físico, animales inferiores, formas de vida superior… ¿Es viable que continúe un ciclo más?
-          Tampoco deberíamos ser muy estrictos con el marco físico, vale que tiene una atmósfera de Radón, pero las formas de vida se han adaptado a ella. Su sol es violeta, pero eso le confiere unos atardeceres preciosos y los ríos de Antimonio líquido tampoco son tan raros.- Terció la geóloga espacial, mientras jugueteaba con los anillos de sus dedos,
-          Pero sus formas de vida inteligentes sí que han de ser evaluadas severamente, creen en un dios albañil que construyó el mundo en catorce meses, estando de baja, y que envió a su becario para salvarles, siendo acuchillado hasta la muerte en la prisión por uno de sus seguidores con una cucharilla de postre afilada. Algo completamente irrisorio.- Dijo el teólogo, que de religiones irrisorias entendía bastante - Solo por eso yo ya hablaría de su inviabilidad como Planeta. Si su medio es raro y la gente que lo habita también, es un desperdicio de órbita planetaria que puede ser utilizada por un planeta más acorde con el resto del sistema.
 Durante media hora se habló de Tarjes I, dando lugar a un veredicto final de no viabilidad, así lo codificaron y almacenaron, para terminar por apretar el botón de destrucción planetaria por ultraondas. Del centro de la mesa surgió una pantalla que contenía una imagen del planeta descartado. Las luces de todo él parpadearon ligeramente, de forma acompasada, como mecidas por una brisa marina y, en un instante, el planeta desapareció de la galaxia.
-          Ahora es tan solo una especie lo que hay que evaluar: Los monos-abeja de la colmena-manada de Ursinos C. Parece ser que es la única especie extraña de ese planeta.- Indicó otro asistente mientras con una mano se ajustaba sus gafas cibernéticas y con el dedo pulgar de la otra mano manejaba su agenda electrónica. No parece ser gran cosa, pero las chozas que construyen con miel y excrementos se han puesto muy de moda como decoración de los jardines de grandes familias de comerciantes de la nebulosa de la manzana.
-          Pues podemos ver qué tal siguen evolucionando y ya será problema de los siguientes evaluadores.- Concluyó su clon en segundo grado ante unos asentimientos generales tan efusivos que hubieran apagado las velas de la tarta de cumpleaños de una nonagenaria.

 Diez planetas más fueron evaluados, seis de ellos negativamente, sobre todo el que las natillas de cristal eran el regalo ofrecido a los niños en su segunda circuncisión; Mientras que de treinta especies, tan solo diez fueron eliminadas con los mismos cañones de ultraondas que también podían operar con ese tipo de precisión.

-          Bueno, ya hemos hecho nuestro trabajo. Ahora tan solo nos falta esperar nuestra evaluación por parte de los inspectores. Me quedo con la conciencia tranquila, ya que hemos actuado con total sinceridad y creo que de manera bastante acertada.- Comentó, casi para sí mismo, el comensal que parecía más mayor.- Esperemos a ver qué tal lo hemos hecho mientras les envío los datos a los inspectores y nos tomamos un café de roca.

 El café era delicioso, no raspaba con el abuso de pirita, como ocurría a veces, sino que estaba totalmente equilibrado, con el toque exacto de mica. Alguien miró su reloj y los demás hablaron del partido de sílabas que tendría lugar esta noche. Los menos comenzaron a tomar su segundo café hasta que de repente las luces de toda la sala, y de todo el planeta, de forma acompasada, parpadearon ligeramente, como mecidas por una brisa marina…